LA BELLA DURMIENTE DE TINGO MARÍA
Recibe un saludo muy fraterno.
En este tercer artículo de la iniciativa EPA: Conectando con Nuestra Identidad Nacional (EPA – CONIN) te hablaremos de la leyenda que le da un vivo sentimiento al contorno natural de la cautivante Tingo María.
Acerca de la ciudad de Tingo María
Conocida como La Ciudad de la Bella Durmiente; en reconocimiento a la silueta en forma de una mujer dormida mirando hacia el cielo que se puede apreciar fácilmente en la cadena de montañas que embellece su geografía; Tingo María se encuentra ubicada en el departamento de Huánuco (Centro Norte del Perú), en la parte media del río Huallaga, entre la Cordillera Azul y la vertiente oriental de la Cordillera de los Andes.
En efecto, por su ubicación geográfica y basta vegetación, esta hermosa ciudad es llamada La Puerta de Entrada a la Amazonía Peruana. Pues, Tingo María sobresale por sus paisajes cargados de bosques, cascadas, cuevas y biodiversidad.
Atractivos turísticos
En Tingo María, destacan los siguientes lugares turísticos:
- La cadena de montañas conocida como "La Bella Durmiente".
- "El Mirador de la Cruz o de San Francisco", desde donde se puede observar a la Bella Durmiente.
- "La Cueva de las Lechuzas".
- El balneario "La Cueva de las Pavas".
- La Catarata "Santa Carmen".
- La Catarata "El velo de las Ninfas".
- "El Jardín Botánico de Tingo María".
- La Catarata de "San Miguel".
- El Serpentario "Animals' Paradise".
- "La Laguna de los Milagros"
- "El Mirador de Jacintillo", desde donde se puede apreciar toda la ciudad de Tingo María y la Cordillera Azul.
La cadena de montañas: La Bella Durmiente
Esta cadena de montañas, que asemeja la silueta en forma de una mujer dormida mirando hacia el cielo, tiene una inverosímil historia de amor; una leyenda que para algunos no tiene un final feliz pero para otros es simplemente romántica y eterna. Te invitamos a leerla y, por supuesto, a que saques tus propias conclusiones. ¡Qué la disfrutes!
La Leyenda de la Bella Durmiente
En tiempos incaicos existió un joven llamado Cuynac, quién se enamoró de la princesa Inca, Nunash.
Ambos jóvenes vivieron tiempos felices, rodeados de vasallos, hasta que un día fueron atacados por el padre de otra princesa llamada Amaru.
Este hombre se presentó ante la pareja convertido en culebra.
Cuynac, con su habilidad en la hechicería, transformó a su amada en una mariposa para que volara a pedir ayuda y él mismo se convirtió en piedra.
Cuando ella regresó a su forma humana, y con la ayuda necesaria, venció a quien los estaba atacando; sin embargo, Cuynac ya no pudo retornar a su forma humana.
Nunash, cansada y abatida, se recostó cerca a su amado que yacía convertido en piedra, y allí quedó unida a la tierra; junto a él, por siempre y para siempre.
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EPA / Viesantore
Reconocimiento
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Muy bonita historia de amor y fidelidad.
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