En los orígenes de los tiempos, se produjo una gran rivalidad entre dos dioses hermanos, Pachacamac (dios del cielo) y Wakon (dios del fuego y del mal), por el amor de una encantadora joven llamada Pachamama (diosa de la tierra). Ella eligió por esposo a Pachacamac, pero ello generó la rebeldía de Wakon, quien tuvo que ser expulsado del reino celestial por designio de todos los dioses. Sin embargo, Wakon, lleno de ira, ocasionó sequías, inundaciones, hambre y muerte en la tierra. Conmovido por el efecto devastador de la furiosa descarga de cólera y odio de su hermano, Pachacamac descendió del cielo y venció a Wakon en una feroz contienda, restableciendo el orden. Entonces, como seres mortales, Pachacamac y Pachamama reinaron en la tierra, mientras el rendido Wakon fue desterrado y condenado a vivir en la sombra, en cuevas de las montañas más lejanas, con la advertencia de no regresar jamás. Durante la época de florecimiento que sobrevino, la pareja divina tuvo gemelos, varón y