LEYENDA DE LA GARZA BLANCA
La leyenda de la garza blanca
(Selva Amazónica)
En
un afluente del río Ucayali vivía un modesto matrimonio que tenía una hija
y dos hijos. Blanca, que así se llamaba
la hijita, usaba siempre vestido blanco y era muy hacendosa, dulce y
encantadora; además, tenía la particularidad de comer cualquier pescado con
mucha facilidad, por más espinoso que fuera este.
Sin
embargo, sus hermanos, presos de los celos, llegaron a odiar muchísimo a Blanca;
hasta tal punto que, sin el menor escrúpulo y coludidos con otros vecinos llenos
de envidia, decidieron su perdición; y entre todos ellos buscaron un brujo a
fin que convirtiese a Blanca en un ave.
En
efecto, el brujo aprovechando una noche oscura convirtió a la muchacha en una
garza y la condenó a vivir en las orillas de los lagos y ríos, alimentándose
solo de peces. Pero, su encanto continuó siendo apreciado por los lugareños,
quienes solían observar con agrado a aquella hermosa garza blanca que se bañaba y pescaba todas las tardes, desde que Blanquita desapareció.
Los chamas
de la región del Ucayali tienen mucha fe en esta leyenda pues, cuando pasa una
garza blanca por encima de sus chozas haciendo oír su característico grito de
cau cau caucau, obligan a los niños a tragar inmediatamente su propia saliva, a
fin de que en lo sucesivo no se atoren al comer pescado, aun cuando por la
noche tuvieran que comer sardinas o chambiras, que son los pescados más espinosos.
Y dicen que esta es la razón por la que nuestros pobladores comen con gran
facilidad el pescado.
Fuente: Mitos,
leyendas y cuentos peruanos. Edición
de José María Arguedas y Francisco Izquierdo Ríos.
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Muchas gracias.
EPA / Viesantore
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