TRES FASCINANTES LEYENDAS DE ICA
Iniciamos el 2022 renovados, y te queremos transmitir esta energía dinamizadora a ti también. Por eso, durante este año, en el blog EPA “Emoción Pensamiento Acción” nos vamos a enfocar en uno de los factores protectores que contribuye a la construcción de aquella armadura que nos hace resistentes, perseverantes y capaces de adaptarnos. Ese factor protector del que te hablamos es la identidad nacional.
Nuestro país, Perú, cuenta con una extraordinaria diversidad, la misma que se refleja de igual modo en los mitos, leyendas e historias propias de cada uno de sus departamentos y ciudades; relatos que son una nutritiva fuente a través de la cual se puede aprender mucho de los orígenes, costumbres, tradiciones, enseñanzas y aspiraciones de los lugares.
Todo esto nos motiva a compartir contigo aquellos mitos, leyendas e historias que hemos escuchado, leído y aprendido desde nuestra edad temprana, para darte a conocer parte de la historia de nuestro querido Perú.
Por lo que, en este primer artículo de la iniciativa EPA: Conectando con Nuestra Identidad Nacional (EPA – CONIN) te hablaremos de la ciudad de Ica y de tres de sus fascinantes leyendas.
- La Leyenda de Huacachina.
- La Corvina de Oro.
- La Leyenda del Cerro de Saraja.
Acerca de la ciudad de ICA
Ica es una de las ciudades del centro sur del Perú, capital del departamento de Ica, situada en el estrecho valle que forma el río Ica, entre el gran tablazo de Ica y las laderas occidentales de la Cordillera de los Andes.
Según la definición del vocablo quechua, Ica quiere decir "Agua que emana de la tierra". Sin embargo, no siempre tuvo ese nombre ni estuvo ubicada en el mismo lugar; puesto que en la época de la conquista española -por el año 1563- fue fundada con el nombre de Villa de Valverde del Valle de Ica, por Jerónimo de Cabrera. Luego, para el año 1633, y establecerse en el lugar donde se ubica actualmente, recibió el reconocimiento de ciudad con el nombre de San Jerónimo de Ica, en homenaje a su fundador.
Atractivos turísticos
Uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad de Ica es el Oasis de Huacachina, con su cautivante encanto y una leyenda que te deja sin aliento.
La Leyenda de Huacachina
Se cuenta sobre una princesa incaica muy bella llamada Huacca – China, quien cuando cantaba, su excepcional voz liberaba una melodía tan especial que podía hacer llorar a todo aquel que la escuchara. Al parecer, el secreto anidaba en el interior de su corazón tras haberse enamorado de un chico.
Para esconder su pena, un día la princesa cavó un agujero cerca de un chorro de agua, y cuando el hueco se llenó de agua tibia, ella se sumergió en este.
Pero, al salir del agua fue descubierta por un cazador malvado que quería atraparla.
Huacca – China, al darse cuenta del peligro, se alejó corriendo con un espejo que llevaba en la mano.
Cansada de correr varias distancias, el espejo que llevaba se resbaló de su mano cayendo al suelo convirtiéndose así en una laguna, donde al tocar el agua la princesa se transformó en sirena y las delicadas telas de su vestimenta quedaron convertidas en cerros de arena.
Desde entonces, en las noches de luna llena ella aparece cantando su canción.
Huacachina significa “Mujer que llora” y es un hermoso oasis de aguas sulfurosas, ubicado a 5 km al oeste de Ica, en medio del desierto costero del Océano Pacífico. Las aguas de la laguna de Huacachina se caracterizan por su color verde, producto del afloramiento de corrientes subterráneas. No obstante, lo que hace de este lugar uno de los más vistosos y encantadores de la costa peruana es la presencia de sus refrescantes palmeras, eucaliptos y huarangos; así como, la vivacidad de las aves de paso que visitan la región.
Aunque a la fecha Huacachina es la única laguna que existe en la ciudad, Ica llegó a tener hasta 7 lagunas; esto explica el origen de su nombre e igualmente se conmemora en su Plaza de Armas.
Pues, en el centro de la Plaza de Armas de Ica se pueden apreciar dos grandes obeliscos que representan a las culturas Nasca y Paracas, dos grandes culturas que destacaron allí. Asimismo, alrededor de esta plaza se distinguen 7 piletas, una por cada laguna que existió en la ciudad: Huacachina (vigente), Orovilca, La Huega, Saraja, San Pedro, Pozo Hediondo y Totoral.
Entonces, en reconocimiento a la laguna Orovilca, a continuación te traemos la leyenda de la Corvina de Oro.
La Corvina de Oro
Se dice que en la laguna de Orovilca vivía una corvina de oro que nunca se ha podido pescar porque cuando trataban de hacerlo la laguna se volvía honda y separaba las orillas de tal modo que nadie podía salir de ella. Sin embargo, los ancianos que han visto a la corvina de oro dicen que era muy linda.
Actividades de exportación
En Ica resalta notablemente la agricultura extensiva y la agroexportación articulada alrededor de la producción en el valle, que como ya hemos mencionado está ubicado en medio del desierto del Pacífico. Siendo los cultivos más importantes de Ica, los siguientes: uvas, espárragos, palmeras datileras, pecanas, algodón, mangos y paltas, entre muchos otros productos.
Grandes enseñanzas difundidas a través de las leyendas
Finalmente, te compartimos el aleccionador relato que tiene como escenario al Cerro de Saraja. Aquí vamos:
La Leyenda del Cerro de Saraja
En la ciudad de Ica habitaba un matrimonio con una hija a la que adoptaron para que les sirviera. Puesto que el maizal no cubría las necesidades, el padre se dedicó a labores de arriero y encomendó a la niña a ocuparse de buscar leña y frutos.
Un día, mientras buscaba leña, la niña encontró una laguna de aguas transparentes en el cerro de arena. Al acercarse apareció una hermosa mujer a la que le contó sus penas.
Esta le aconsejo cumplir con sus tareas y portarse bien. Una vez cumplido, las mazorcas que le entregó se convertirían en oro.
Los padres adoptivos se quedaron con el oro y le pidieron más a la niña. Esta fue a contárselo a la hermosa mujer de la laguna.
La mujer escuchó atentamente a la niña pero no le dio nada, más bien le pidió que les dijera a sus padres que fuesen allá a medianoche para que ellos recogieran más tesoros.
Cuando los ambiciosos llegaron al cerro de arena, estos fueron tragados como castigo y la niña quedó libre.
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Me gustó,interesante propuesta ,así conocemos un poco más de nuestra historia y la valoramos.
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